La representación gráfica es una forma de expresión; es el camino mediante el cual, algo de uno mismo, queda plasmado en el muro, en el tablero o en el papel. El niño pequeño empieza espontáneamente a pintar con sus manos o sus dedos y luego también a dibujar
Abre así un camino de comunicación. Sus garabatos tienen significado: «éto abo» , «esto nene» , «éto cao» , «éto cacha», es una forma de dar a entender que comprende el mundo en el cual vive, que es capaz de reducir las cosas, enormes que no puede manipular, a la pequeña dimensión de un símbolo gráfico
Desafortunadamente esta tendencia natural de los hombres, no ha sido ni es tratada de manera adecuada, ni en la casa, ni en el jardín, ni en el Colegio o la Escuela, porque generalmente no se brinda al niño ni la oportunidad, ni el ambiente propicio para que su lenguaje gráfico se desarrolle
El «dibujo» pasa a ser una materia de relleno, algo «gracioso y decorativo» y no una fuente central de expresión de contenido
Se dice mucho que un dibujo vale mas que cien, que mil palabras, pero pocas veces se usa este lenguaje simbólico y sintético para sustituir a las cien o a las mil palabras, exceptuando en la publicidad, que bien sabe usar de este recurso
Al igual que el lenguaje hablado, el lenguaje gráfico tiene unas normas, unas formas de estructurarse y de hacerse comprensivo, y estas deben favorecerse, enseñarse y analizarse
Bastaría señalar el juego con los elementos de composición, los primeros planos, las figuras centrales, los trazos finos, los enérgicos, los detalles; la forma, el volumen, el contraste; el tamaño de la composición, el número de elementos que intervienen, la forma en la cual éstos se ligan o estructuran, el material utilizado…
En el niño la habilidad de representación está condicionada por la maduración motora; por esta razón el niño pequeño debe trabajar con un instrumento más grueso, que se preste al agarre con pinza de mano (tiza, crayola, carbón), y trabajar sobre una superficie grande, con grandes trazados adaptados a su coordinación visuomotora y a sus movimientos de conjunto, de todo el cuerpo, de todo el brazo, de toda la mano
Después progresivamente se debe pasar a trabajar con superficies mas pequeñas y con instrumentos más delicados: el lápiz, el pincel, la plumilla, manejados con pinza de dedo, y que permiten un trabajo fino de coordinación visuomotora y los movimientos de sólo la muñeca o los dedos