Evaluación del Desarrollo

El nivel de desarrollo de los niños y niñas debe evaluarse periódicamente para:

Ir construyendo un perfil individualizado

Poder prevenir riesgos

Participar más conscientemente en el proceso de desarrollo de los hijos

¿Cuándo?

Cualquier momento de la vida del niño o la niña es bueno para intentar saber más, pero es especialmente conveniente hacerlo cuando se pasa por momentos críticos como pueden ser:

Después de cambios de colegio o de cambio de domicilio

Después de una hospitalización prolongada o de una cirugía

Después del nacimiento de hermanos o de pérdidas familiares: muertes, separaciones, ausencias largas

Cuando la relación sea conflictiva con los padres, familiares, vecinos, amigos, maestros, o hermanos

Cuando a pesar de vivir una vida aparentemente normal, el niño o la niña se aburre

Cuando hay fracaso escolar o simplemente dificultades en el aprendizaje

Cuando el niño o la niña tienen un comportamiento muy diferente al de sus hermanos o sus vecinos, y esa diferencia preocupa a la familia

Cuando detectada alguna deficiencia, los padres quieren prever las consecuencias y comprometerse a ayudarle a superarla

¿Dónde?

En la medida de lo posible la evaluación debe hacerse en un ambiente especial, fuera del contexto de la guardería o colegio

A través del juego, el dibujo, el relato y la observación personal hecha por una persona experta

¿Para qué?

La evaluación del desarrollo del niño debe suministrar información suficiente para:

Establecer un diagnóstico descriptivo.

Señalar prioridades.

Concertar con los padres, cuidadores y maestros medidas concretas de apoyo